Coordinado desde el IPE-CSIC y con participación 19 entidades de 13 países diferentes, este proyecto ha permitido la realización de expediciones biológicas en los aljezares de todo el mundo, incluyendo numerosos territorios inexplorados previamente. Los aljezares son ecosistemas únicos que se desarrollan sobre suelos ricos en yeso.

Este mineral, de enorme relevancia económica e industrial, y ampliamente extendido por los cinco continentes, genera condiciones altamente limitantes para la vida de las plantas, frenando el desarrollo de la agricultura en los lugares donde domina en el suelo. A pesar de estas condiciones extremas, diversas especies se han especializado a la vida en el yeso, y estos ecosistemas albergan floras altamente singulares, que destacan por su rareza.

El proyecto GYPWORLD ha sido crucial para la identificación de una biodiversidad completamente oculta y como resultado del proyecto se describirán para la ciencia varias especies nuevas de plantas y líquenes. Se han identificado más de 1200 taxones con una alta afinidad por los suelos de yeso. La mitad de estos taxones son especies de distribución estrecha, con sólo unas pocas localidades conocidas, y un tercio está incluido en la lista por necesidades de conservación.

Esto ejemplifica la singularidad de la flora del yeso. A pesar de esta rareza, nuestro proyecto ha demostrado que la mayoría de las áreas de yeso están poco estudiadas y carecen de protección. De hecho, las poblaciones locales las perciben con frecuencia como zonas poco interesantes. Esto resalta la necesidad de crear conciencia sobre la importancia de los ecosistemas de yeso a nivel mundial.

Hedeoma ciliolata, una planta endémica de los suelos de yeso del desierto de Chihuahua en México.